¿Un nuevo record de la tasa de paro? (2) Restando dramatismo …

Mi buen amigo Sergi me reprocha que en mi entrada del viernes sólo me haya preocupado por la evolución de la tasa de paro, y no haya tratado también de la tasa de empleo.  Lo cierto es que lo que quería discutir era la noticia de que la tasa paro había superado el máximo histórico, y que si tomábamos este indicador estaríamos “peor que peor” que en el año 1994.  Analizando sólo la tasa de paro, quizás añadí más dramatismo innecesariamente. De hecho, releyendo mi entrada, también recordé otra del blog del FT que afirmaba que el problema de empleo juvenil en España no era “tan apocalíptico” y que el error estaba en utilizar la tasa de paro como medida de referencia.

¿Tasa de empleo o tasa de paro?  ¿Muy malo o pésimo?

Lo cierto es que yo mismo explicaba en esta entrada por qué la tasa de paro no era la medida adecuada si queremos analizar la evolución a lo largo del tiempo del mercado de trabajo o hacer una comparación entre países, y que su uso era un tanto injusto con España. Tanto el aumento de la tasa de paro (el porcentaje de personas activas que no encuentra trabajo) como la caída de la tasa de empleo (el porcentaje de personas empleadas entre la población de una determinada edad) reflejan lo mal que lo estamos pasando en esta crisis. Pero, tal como podemos ver en Gráfico 1,  mientras que con la primera ya hemos superado los máximos de los últimos 35 años, con la segunda, aun estamos lejos de los mínimos (menos mal!)

De hecho, la tasa empleo “aún” estaría en los niveles alcanzados entre 1999 y 2000,  a más de 12pp del mínimo alcanzado en la crisis de los 80, y a más de 10pp del de la crisis de los 90. Y bien es cierto que, de momento,  hemos perdido 10.3 pp entre el 2007 y el 2012, algo menos que en la primera crisis, y 2,4 veces que en la segunda.

Que el uso de la tasa de paro genera “injusticias” cuando la utilizamos como referencia de lo mal que está nuestro mercado de trabajo, se puede ver claramente en el Gráfico 2 en la comparación con Italia. Son datos anuales hasta el 2011, no reflejan todavía lo ocurrido en los últimos trimestres, por ejemplo, que la tasa de empleo española ya sea similar a la italiana. Sin embargo, aun así la tasa de paro es 2,5 veces la Italia.

La razón para explicar estas diferencias en la actualidad se puede ver en la parte derecha del gráfico: las tasas de actividad son unos 11.5 puntos superiores en España. Tenemos, en términos proporcionales, más personas que declaran desear trabajar, y un número similar de personas que declaran estar empleadas, y ésta sería la explicación más sencilla de las diferencias actuales entre ambos países. Dejemos para otra entrada un análisis más detallado de las causas que generan estas diferencias. Y claro está, el quid también está en los países con los que nos queremos comparar. No obstante, también podrán observar que la tasa de paro en España siempre ha sido superior a la italiana, incluso cuando nuestra la actividad (en los 80) eran inferior, y que tanto en términos de paro como de empleo, nuestro mercado de trabajo es mucho más volátil que el de nuestro país vecino.

La tasa NEET y el paro juvenil

Que la tasa de paro es un indicador “un tanto engañoso” cuando queremos ilustrar lo mal que lo estamos pasando en comparación con los demás, también se afirmaba hace poco en el blog del FT. Traduzco aquí los principales argumentos del autor:

La tasa de paro no mide el porcentaje de personas de una determinada edad –en este caso 15-24- que desean un empleo y no pueden conseguirlo. Mide el porcentaje de personas de la fuerza laboral – personas que están ya sea empleadas o buscando un empleo- e ignora todos aquellos que están en el sistema educativo o formándose. Y esto en España supone una diferencia bastante grande: ya haya o no recesión, muchos españoles van a la Universidad y a menudo tardan un largo tiempo en graduarse.

Una mejor medida de la falta de creación de puestos de trabajo es el porcentaje de jóvenes de 15-24 años que no están en el empleo, en el sistema educativo o en formación, los denominados NEETs… Con esta medida, la situación sigue preocupante, particularmente porque la tasa de NEET habría aumentado desde un 12% antes de la crisis hasta un 18% en la actualidad,  pero hasta la fecha, la situación no es tan apocalíptica … La mitad de los jóvenes españoles no están en el paro”

El Gráfico 3 muestra las tasas de paro y las tasas NEET entre los jóvenes de 15 a 24 años en los países europeos. Como se puede ver, aunque tengamos las tasas de paro juveniles disparadas, sólo inferiores a Macedonia, nuestras tasas de NEET, aun siendo muy superiores a la media europea, están a niveles de Italia o Irlanda, por ejemplo.

Algunos medios (por ejemplo, aquí) lo interpretan como que la tasa de desempleo juvenil sería del 18% en lugar del 50%. Y claro, ésto tampoco es correcto. Este tema es clave y lo abordaremos a fondo al volver de las vacaciones. De momento, dejemos estos datos por si alguien se queda más tranquilo. Avancemos sólo que la interpretación del FT es totalmente equivocada, no tenemos tasas de paro juveniles tan altas porque nuestros jóvenes vayan más a la universidad, desde luego.

 

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